Khalid Ali
Khalid Ali, secretario general de 
ESSA, Sports Betting Integrity

Entrevistado por El Economista, el directivo asegura que el mercado ilegal ingresa mucho más dinero que el legal, y que la creación de un organismo anticorrupción no es el camino ideal, además de que puede ser costoso.

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Cada año el negocio de las apuestas deportivas legales es de 70,000 millones de dólares; en cuatro años el crecimiento de la industria fue de 20 por ciento. La mala noticia es que “el mercado de las apuestas no reguladas se estima que es mucho más grande que el mercado regulado”, reconoce Khalid Ali, secretario general de 
ESSA, Sports Betting Integrity, en entrevista con El Economista.

México, de acuerdo con informes del organismo, es una de las naciones con mayor posibilidad para que los apostadores ilegales y quienes se dedican a arreglar partidos puedan operar. Está entre los 10 países con más riesgo para cometer fraude, junto a Costa Rica, Malta, Curazao y Filipinas. En el mundo, cada día hay dos apuestas ilegales ligadas al deporte y la preocupación también crece.

De acuerdo con la Interpol -entre el 2010 y el 2015- al menos unas 600 personas han estado involucradas en temas de apuestas ilegales en el mundo. La ESSA indica que los grandes eventos deportivos están tan controlados y vigilados que será complicado que ocurra algún caso en Río de Janeiro 2016, además de que el 
Comité Olímpico Internacional es una de las instituciones deportivas que pone mayor énfasis en combatir el problema.

Cada año la institución que vigila las apuestas deportivas destina 50 millones de euros para combatir la ilegalidad, pero ¿eso es suficiente?

—De acuerdo con los reportes de la 
ESSA, los casos de las apuestas ilegales se han desarrollado en los últimos cuatro años, ¿cómo afectan estos números a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro?

Muchos de los casos donde hay dudas están relacionados con competencias o torneos que no son los megaeventos, son menores. La ESSA y todos sus miembros, como siempre ha sido, van a vigilar con atención los Juegos Olímpicos y estaremos atentos a cualquier suspicacia sobre apuestas ilegales, pero hemos visto como improbable que se presenten.

Si hay un tema de arreglo de partidos, como se presentó en el torneo de dobles femenil de bádminton en Londres 2012, no tuvieron que ver directamente con redes de apuestas ilegales.

—¿Considera que es necesaria la creación de una policía del deporte en el mundo para controlar y combatir las apuestas ilegales y amaño deportivos?

Se han hecho comparaciones al respecto con la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) y la posibilidad de establecer un organismo único para combatir el dopaje, arreglo de partidos y otro tipo de corrupción en el deporte.

Mucho dependerá de las atribuciones que podría tener ese organismo. Algunos ejemplos como la WADA nos indica que un organismo no es la panacea para combatir la corrupción y puede ser muy costoso.

Es difícil ver una sola entidad internacional con una legislación similar que pueda ejercer el poder. Consideramos que sería mejor seguir trabajando y desarrollando mecanismos robustos, de divulgación, de reportes en cada país, trabajando con la policía local y con los operadores de las apuestas deportivas, puede ser mucho más eficaz.

Por eso, el Council of Europe Convention on the Manipulation of Sports Competitions ayuda a desarrollar las plataformas nacionales y las uniones internacionales para intercambio de información.

ESSA regula y está alerta en el tema de los arreglos de partidos, no 
vemos productivo que se dupliquen más organismos que no tengan un poder real o impacto y tenga un alto costo.

—¿Qué opinión le merece el desarrollo de las apuestas ilegales en el deportes? ¿Será un problema que podremos ver controlado en el futuro?

El interés en las apuestas deportivas a nivel mundial se ha desarrollado considerablemente en los últimos años. Tan sólo en el mercado regulado creemos que el crecimiento pasó de 58 billones a 70 billones de dólares para el 2016, representando un crecimiento del 20 por ciento. No tenemos que preocuparnos por el mercado legal porque hay regulación y genera beneficios económicos.

Pero el mercado de las apuestas no reguladas se estima que es mucho más grande que el mercado regulado y, sin supervisión, se fomenta un ambiente en el que la corrupción puede prosperar.

Cada año, la ESSA invierten más de 50 millones de euros en los sistemas de cumplimiento y de seguridad interna para luchar contra el fraude. Desafortunadamente muchos países alrededor del mundo no tienen establecidos un sistema de regulación adecuado. La solución es fundamentalmente proporcionar una efectiva regulación, la prohibición no es suficiente y no es solución, simplemente ayuda a que los consumidores miren esto como una oportunidad para acudir a los mercados ilegales.

Habrá por desgracia siempre un nivel de corrupción, donde los deportistas o los criminales sin escrúpulos piensan que pueden prosperar para defraudar a los operadores de apuestas legales.

—¿Considera que la inequidad en la repartición de premios en los deportes fomentan la corrupción y el amaño de partidos?

Ése es el mayor reto del sector deportivo. Las desigualdades financieras significativas entre los extremos, los más ricos y más pobres del espectro deportivo, dan lugar a problemas. Sin embargo, la mayor preocupación es el impacto de la mala gobernabilidad y la gestión financiera.

Un informe de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales, en el 2012, encontró una clara relación entre la falta de pago de salarios a los jugadores y el arreglo de partidos. Quienes no reciben su sueldo son muy vulnerables a involucrarse en temas ilegales. El crimen organizado aprovecha las vulnerabilidades financieras debido a la mala gobernabilidad y la mala gestión financiera de las entidades deportivas. Es necesario que existan mejoras en la democracia, la responsabilidad y la transparencia.

—¿Considera que el Comité Olímpico Internacional pone la atención suficiente para combatir las apuestas ilegales?

El Comité Olímpico Internacional toma muy en serio el tema de apuestas ilegales y amaño de partidos en todos sus deportes y eventos. Puedes observarlo en el desarrollo de las recomendaciones, en los planes de integridad de apuestas; además de formar parte de la Integrity Betting Intelligence System (IBIS). El COI ha sido líder en el sector de deportes para este tema y son un ejemplo y un punto de referencia para las demás instituciones.

—¿Cómo ayuda la tecnología a combatir las apuestas ilegales… pero también como ayuda al desarrollo de temas ilegales?

La tecnología online generó un incremento en las apuestas relacionadas al arreglo de partidos, pero también es el medio por el que hemos identificado y disuadido esa corrupción. Este problema no se trata de la tecnología, sino de la regulación. Para los atletas o personas corruptas que quieren cometer actos ilegales en eventos corruptos…difícilmente podrán tener efectos en un mercado regulado.

Con las nuevas tecnologías, cada apuesta puede ser grabada, sabemos cuándo fue tramitada, en dónde, cuánto. Esa información está disponible con un botón y es parte del sistema de seguridad de todos los operadores de apuestas reguladas. Se crea una huella digital y es algo que quieren evitar los corruptores. Ésta es la razón de por qué eligen el mercado no regulado, sobre todo en Asia, para colocar sus apuestas. La tecnología es en realidad nuestra mejor defensa contra la corrupción. Sin embargo, tiene que ser parte de un enfoque multifacético.

Fuente: eleconomista.com.mx