EJOLAKO considera que la cautelar del TSJPV sobre la hostelería debe permitirles abrir y creen que la decisión de cerrarles es arbitraria y les condena al paro
Los trabajadores de los salones de juego de Euskadi lamentan que se cierren sin motivo sus establecimientos a pesar de la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco sobre la reapertura de la hostelería
EJOLAKO considera que la cautelar del TSJPV sobre la hostelería debe permitirles abrir y creen que la decisión de cerrarles es arbitraria y les condena al paro
Bilbao, 10 de febrero de 2021
EJOLAKO (Eusko Jokoetako Langileem Koordinatzaliea/Coordinadora de Trabajadores del Juego de Euskadi) ha denunciado que el Gobierno vasco ha tomado la decisión arbitraria de cerrar los 210 salones de juego de Euskadi que habían reabierto hoy a raíz de la medida cautelar del TSJPV por la cual los establecimientos de hostelería pueden abrir dado que no hay demostración palpable de que sean responsable de la expansión de la pandemia.
Los salones de juego habían optado también por la reapertura dado que las condiciones de seguridad y salud son las mismas que un establecimiento hostelero y durante el día de hoy la policía autonómica vasca ha procedido a instar el cierre de los mismos.
Txarli Ayala, portavoz de Ejolako (Eusko Jokoetako Langileem Koordinatzaliea / Coordinadora de Trabajadores del Juego de Euskadi) ha manifestado “nuestra perplejidad por el cierre inopinado de los salones por parte del Gobierno vasco que condena a 2000 trabajadores del juego privado en Euskadi a seguir en los ERTE hasta que los locales acaben cerrando de forma definitiva”.
Para Ayala es evidente que las condiciones de salubridad de los salones “con control de acceso y de aforo es de seguridad total y la medida cautelar del TSJPV nos implica dado que reunimos las mismas condiciones de cualquier otro establecimiento”.
EJOLAKO reivindica que la administración vasca no criminalice a los salones de juego y reconozca el esfuerzo en la gestión del juego responsable y del control de la pandemia. También lamentan que el cierre se haya producido con arbitrariedad y sin ninguna comunicación con ellos. Ayala afirma que “hay una campaña que viene de lejos contra nuestra actividad que acabará llevando al paro a miles de familias”.
