Manuel San Román Benavente
Manuel San Román , Director General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas de Perú

Mientras todos los ojos del sector online se centran en Colombia, hay otra jurisdicción, madura en juego localizado, que asoma ya hace tiempo en América del Sur. Con una población de 32 millones y un gran apetito por los juegos de azar, todo indica que Perú podría ser el próximo en seguir los pasos del país vecino, que ya cuenta con nueve operadores de apuestas deportivas online y va por más.

Si de juego presencial se trata, Perú ha sido capaz de elaborar una legislación a la que expertos de la región describen como envidiable. El proceso regulatorio del juego presencial en el país comenzó en 2007 y finalizó en 2010. Esto permitió la supervisión de las 77.300 máquinas tragamonedas instaladas en el territorio por parte del regulador, la Dirección General de Juegos de Casino y Máquinas Tragamonedas (DGJCMT).También facilitó la introducción de un sistema de prevención contra el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo, y una ley contra la ludopatía. Y propició tanto la promulgación del decreto supremo, que otorga seguridad jurídica para las inversiones en hoteles y restaurantes que tengan salas de juego, como el establecimiento de políticas de juego responsable.

Uno de los principales motivos de la consolidación de la industria peruana de juego presencial es la predictibilidad del país en cuestiones administrativas, técnicas y legales, sumada a su política de puertas abiertas con operadores e inversores.

“Todas las salas de juegos de casino y máquinas tragamonedas que operan hoy en Perú se encuentran bajo nuestra supervisión”, señaló el titular de la DGJCMT, Manuel San Román Benavente, en diálogo con Gaming Intelligence. “A la fecha no existe ninguna sala de juegos que opere como en el pasado con algún recurso de amparo o medida cautelar, que impedían la acción de la DGJCMT y el cobro de los impuestos”.

Esto no quiere decir que ahora, en este preciso instante, no se esté abriendo ninguna sala informal, enfatizó San Román Benavente. Pero el empresario formal se ha transformado en un aliado del regulador. “Se acercan y nos dicen  ‘Yo pago impuestos, usted me fiscaliza, entonces cierre esta sala que me está haciendo una competencia desleal’”, explicó.

Si bien el crecimiento de las salas de juego no ha sido muy significativo (un 5 por ciento total desde el 2007), Perú ofrece reglas claras, a través de las cuales busca impulsar la inversión de capitales extranjeros en proyectos integrales de hoteles o restaurantes con salas de juego.

En materia tributaria, la ley de juegos de casino y máquinas tragamonedas (Ley N° 27153) establece un impuesto mensual del 12 por ciento sobre el net win (coin in – coin out = net win) de los operadores. Desde que se inició el proceso de formalización en 2007, la recaudación en concepto de este impuesto ha aumentado sustancialmente. En 2017, el juego presencial contribuyó a las arcas del estado con un pago superior a 93 millones de dólares. Esto quiere decir que los operadores del sector han generado desde enero de 2007 a diciembre de 2017 un total en impuestos equivalente a 775 millones de dólares de utilidad neta. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), del cual depende la DGJCMT, percibe el 12 por ciento del total recaudado. Hasta fines del año pasado, esta cifra representó unos 116,25 millones de dólares, de los cuales un 45 por ciento fue destinado  a mejorar el sector turístico.

“Los logros obtenidos en regulación y control de la industria de juego localizado han permitido que Perú se venga consolidando a través de los años como un referente en América Latina, no solamente por su estabilidad económica, jurídica y tributaria, sino también por el constante desarrollo y evolución tecnológica”, dijo San Román Benavente.

Además, aseguró que aquellos que forman parte del espacio de juego presencial “han obtenido mejores condiciones tras la formalización, lo cual confirma que es mucho mejor regular que prohibir la actividad de juegos de azar”.

Es por esto que el titular de la DGJCMT ha tomado la responsabilidad de trasladar la experiencia regulatoria adquirida en juego presencial a otras modalidades de juego. “Es necesario establecer reglas que permitan una justa competencia y ofrezcan garantías y medidas de seguridad para todos los usuarios”, enfatizó.

A pesar de que el juego online y las apuestas deportivas en el país sudamericano no están prohibidas, no existe al día de hoy en el país un marco legal para estas actividades.

Según el regulador peruano, “Uno de los  desafíos más importantes de la DGJCMT este año será la aprobación de una propuesta normativa, moderna, eficiente y transparente para los juegos por internet y las apuestas deportivas”. Y agregó que este proyecto de ley ya ha sido elaborado y se encuentra en la etapa final, previa a su presentación al Congreso de la República.

De acuerdo con información de la DGJCMT, en 2017 se realizaron apuestas deportivas por un suma de 346 millones de dólares. “No dudamos de que cuando exista esa normativa vendrán otras empresas, que ya nos han visitado y señalan que sólo ingresarán a operar cuando se cuente con una regulación”, manifestó el regulador.

Para San Román Benavente, no hay una problemática en particular que afecte a la industria local actualmente. Pero admitió que el peor escenario es que no se regule el juego online y las apuestas deportivas: “La expansión del juego online podría llegar a generar algún tipo de distorsión en el mercado si es que la actividad no es oportunamente regulada”.

Las apuestas deportivas y juegos por internet son una realidad innegable, no sólo en Perú sino en toda Latinoamérica. Es menester, entonces, la creación de un entorno normativo que esté a tono con los cambios que vive la industria de juego global y garantice la competencia leal, al tiempo que brinde las garantías necesarias para salvaguardar a los usuarios.

A la hora de elaborar el proyecto, la DGJCMT tuvo en cuenta muchos aspectos de la legislación de juego presencial, como garantías, laboratorios, certificaciones, homologaciones, protección a grupos vulnerables de la población e infraestructura de salas de apuestas deportivas. “Sumado a lo que hemos analizado de otros modelos regulatorios, hemos creado el proyecto adecuado para Perú”, dijo San Román Benavente.

A pesar del optimismo que se respira en el aire, cabe destacar que no es la primera vez que Perú intenta bajo el mando de San Román Benavente avanzar propuestas para regular las apuestas deportivas y los juegos de casino online en el país sin demasiado éxito. No por falta de diligencia del regulador, que viene trabajando por la formalización del sector hace tiempo, sino por inacción de la Legislatura.

Sin embargo, se espera que en 2018 la suerte se revierta y Perú pueda finalmente regular el sector.  “Consideramos que no se debe prohibir lo que a la larga no se puede controlar”, sentenció San Román Benavente, que además dijo se encuentra analizando “el tema de juegos de habilidad”.

Fuente: giespanol.com