Brasil, empresas de apuestas deberán tener sede en el país. Las empresas de apuestas deportivas que quieran operar en Brasil deberán tener una sede física en el país, según nueva norma.
Brasil requerirá que las empresas de apuestas deportivas tengan una sede física en el país, además de crear mecanismos de supervisión para frenar el fraude y la manipulación de los resultados de los partidos, dijo su ministerio de finanzas en un comunicado.
«El reglamento requerirá que las compañías de apuestas tengan su sede en Brasil», dijo el ministerio, ya que la mayoría se basa en el extranjero, así como «mejorar la supervisión, la colección y el diálogo con los agentes que operan en el sector».
Legalización
La legalización de las apuestas deportivas en Brasil parece que finalmente llegará después que el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, culmine un proyecto de ley para que sea revisado por el comité. Debido al gasto en programas sociales y al aumento de la tasa impositiva mínima que obstaculiza los ingresos fiscales generales, se espera que la legalización y los impuestos de las apuestas deportivas en línea en Brasil compensen los más de $616 millones perdidos.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro tuvo la oportunidad de hacer un movimiento de legalización similar en 2022, pero nunca firmó las regulaciones, dejando que el proyecto de ley muriera en su escritorio. Brasil tiene uno de los mercados de áreas grises sin explotar más grandes para las apuestas y la creación de una industria legal de apuestas deportivas debería hacer maravillas para sus ingresos fiscales.
Mercado gigante
Muchas estimaciones iniciales señalan a Brasil como uno de los principales mercados de apuestas del mundo debido a su población increíblemente grande y la prevalencia de las apuestas deportivas entre los brasileños. En 2020, se estimó que el mercado de juegos de azar brasileño valía alrededor de $ 1,24 millones de dólares y se espera que se dispare después de la legalización.
Este inmenso mercado es una de las principales razones por las que Haddad y Lula da Silva se han comprometido a hacer de la legalización una de sus principales prioridades en 2023. Haddad también ha declarado que la regulación apunta específicamente a las casas de apuestas deportivas que no pagan impuestos al gobierno.
