Las actividad de las máquinas tragaperras de Salamanca es la más sustanciosa para la Junta a la hora de ingresar tributos relacionados con el juego. En 2016 ha reportado a las arcas de la Hacienda regional 6,87 millones en impuestos, el 84,7% de la recaudación provincial por este concepto.


En los casinos y en los bingos de Salamanca y la Región, en cambio, la recaudación por este tipo de tributos sufre una caída mayor que el ligero descenso que se observa en las máquinas tragaperras.

El sector, que vio como la crisis económica y la ley antitabaco afectaron al ocio en forma de juego, ha pactado una mejor fiscalidad con la Junta a cambio de mantener empleos, que en Castilla y León suponen 2.000 trabajos directos. Para entender el descenso en la recaudación por tributos de juego hay que tener en cuenta ambas claves.

Jesús Serrano, asesor jurídico de Asecal (Asociación de Juego Autorizado de Castilla y León), apunta que en el sector del bingo se ha vivido un proceso de transición al maxibingo, una nueva modalidad de juego, lo que ha supuesto «un momento valle». «Pero creemos que ya se ha asentado y confiamos en que, al final de este ejercicio podamos mantener los números del año pasado». «Este nuevo sistema del maxibingo también tiene una fiscalidad más reducida, y lleva aparejada una subida en la devolución de premios, lo que pensamos que va a redundar en mayor venta y mayor recaudación tributaria», explica.

Fuente: agacetadesalamanca.es