Javier Tebas, presidente de LaLiga

Tebas ratifica ante el juez que el Zaragoza compró a los jugadores del Levante

Javier Tebas, presidente de LaLiga, se ha ratificado este jueves en su declaración en el juicio por el supuesto amaño del Levante-Zaragoza: el club aragonés compró a los jugadores rivales para que se dejaran ganar (el duelo acabó 1-2) en el decisivo partido que los enfrentó el 21 de mayo de 2011 en el estadio Ciutat de València. El máximo responsable de la Liga de Fútbol Profesional ha basado su afirmación en lo que supuestamente le reveló un jugador del Zaragoza y le advirtieron otras personas vinculadas al fútbol. Pero Tebas, entonces vicepresidente de la Liga y abogado en ejercicio, ha ido más allá y ha asegurado que la noticia de aquel amaño no le sorprendió “porque los finales de temporadas, para bajar a Segunda o subir a Primera, eran bastante caóticos en este sentido”. Es decir, que el arreglo de partidos era frecuente y existía un persistente “runrún” al respecto en el mundillo.

Parte de su trabajo en aquella época como número dos de la Liga consistía, ha explicado, en llamar por teléfono a los presidentes de los equipos que sospechaba que podían haberse vendido para rogarles que trataran de impedir que sus jugadores se dejasen vencer. Hasta 2010 el arreglo de partidos ni siquiera estaba contemplado expresamente en el Código Penal, sus regulares denuncias públicas caían en saco roto —“siempre ha habido una actitud bastante pasiva al respecto”— y entre los jugadores regía una «ley del silencio» que mantenía oculta la podredumbre, ha resumido Tebas.

Al salir de la sala de vistas, los periodistas le han preguntado cómo de extendida llegó a estar la compra de partidos y cómo está la situación hoy. «En aquella época no diría que era habitual, pero sí más de lo que tiene que ser una competición íntegra. Ahora en finales de temporada yo creo que ya casi no hay. Lo otro que tenemos es el mundo de las apuestas que no tiene nada que ver».

El presidente de LaLiga fue el impulsor hace seis años de la investigación del partido Levante Zaragoza, en el que el club aragonés se jugaba el descenso a Segunda (que evitó tras su victoria). Un caso por el que ahora están siendo juzgados en Valencia tres directivos del Zaragoza, la propia entidad, su cuerpo técnico y los 18 jugadores convocados por ambos equipos. En total, 41 personas físicas, que se enfrentan a penas de entre dos y cuatro años de cárcel, y una jurídica, el Zaragoza, que puede ser condenado a una multa de 730.000 euros.

Tebas ha declarado que el primer aviso que recibió del amaño se lo dio Augusto César Lendoiro, entonces presidente del Deportivo de la Coruña, un club que se jugaba también el descenso aquel sábado de 2011 –y descendió-. Lendoiro le contó que, según un jugador de su equipo, Sergio González, ahora entrenador del Valladolid, el Zaragoza iba a comprar el partido decisivo para asegurarse la victoria. Tebas llamó entonces al presidente del Levante, Quico Catalán, para comunicárselo y pedirle que tratara de impedirlo.

El siguiente aviso del fraude lo recibió, según Tebas, meses más tarde, en su despacho de abogados. Un jugador del Zaragoza, que estaba en concurso de acreedores, había acudido allí por otro asunto, Tebas lo abordó para preguntarle por el tema y el futbolista se sinceró admitiendo el arreglo: “Me dijo: ‘Estoy cansado de esto, tengo mucha presión’. Le dije que lo denunciara. Pero me contestó que era imposible, que si lo hacía sería considerado un chivato en todos los vestuarios y no volvería a jugar. Me pidió que presentara yo la denuncia, que guardara su nombre y no contara ningún dato que pudiera revelar su identidad”.

Lo más relevante de ese punto de su declaración, en la que se basa en buena medida el caso, es que según el presidente de la LaLiga el jugador del Zaragoza le contó el sistema utilizado presuntamente para cometer el fraude: el club aragonés había hecho una transferencia a un grupo de sus propios jugadores, en torno a 100.000 euros a cada uno, estos habían retirado el dinero en efectivo y se lo habían entregado en mano a Ballesteros, capitán del Levante, que lo había repartido con sus compañeros. Y esa versión coincide con lo que ha revelado la investigación judicial: el club transfirió un total de 965.000 euros poco antes del partido a nueve miembros de su plantilla, a su director deportivo y a su entrenador, estos extrajeron el dinero casi de inmediato y en los meses siguientes las cuentas de los jugadores del Levante vivieron una extraña falta de actividad, que solo parece compatible con la hipótesis de que contaban con importantes sumas en efectivo.

La tercera fuente que le habló de amaño a Tebas fue, según su testimonio, Fernando Roig Nogueroles, directivo e hijo del dueño del Villarreal. Sucedió un año después del partido disputado en Valencia. El club castellonense se jugaba entonces el descenso, también con el Zaragoza. Y Roig le llamó “preocupado” porque un jugador de su plantilla, Javi Venta, le había contado que el Zaragoza “compraba partidos”. Venta lo sabía de primera mano porque él había recibido 35.000 euros por dejarse ganar un año antes cuando estaba en el Levante, según ha declarado Tebas que le dijo Roig. Javi Venta es hoy uno de los acusados en el juicio.

Tebas ha dicho que en aquella temporada, 2011-2012, en la que el Zaragoza volvió a salvar la categoría y el Villarreal bajó a segunda, existió un fuerte rumor de que el club aragonés había comprado a sus rivales del Getafe y el Racing de Santander. Y ha mantenido que Antonio Prieto, ex director deportivo del Zaragoza y ahora acusado, era conocido en el mundo del futbol por hacer “de intermediario en la compra de partidos en los clubes en los que estaba”.

El presidente del Levante, Quico Catalán, que ha testificado a continuación, ha declarado que Tebas no le llamó, o que al menos no recuerda que lo hiciera. Y que tampoco le dijeron nada sobre el supuesto amaño sus jugadores. De haberlo hecho, ha agregado, les habría conminado a que no se dejasen comprar.

Fuente: elpais.com